El cuervo es un importante animal de poder en las tribus americanas y la cultura celta. En esta última se le asociaba con la diosa Morrigan, diosa de la guerra, la muerte y la destrucción; esta gran profeta utilizaba al cuervo como su oráculo.
Aparece en la leyenda nórdica, donde el dios Odín se acompaña de dos cuervos: uno era Hugin, el pensamiento, la búsqueda activa de información y el otro era Mugin la mente y la capacidad para la intuición; Odín enviaba estos dos cuervos a volar todos los días a través de las tierras. Al final del día volvían con el dios y le platicaban todo lo que habían visto y aprendido durante sus viajes.
El cuervo tiene una asociación negativa, ya que es su origen en los campos de batalla, comunes en la antigua Europa. Este animal era el limpiador, el “basurero” que recogía los restos destrozados de los guerreros caídos en los campos de batalla. Por tal motivo, lo asociamos con esta pesadilla ancestral: la muerte.
Características
El cuervo es un símbolo de la mente, el pensamiento y la sabiduría. Es inteligencia, conexión interior con nuestra más profunda conciencia que nos lleva a buscar respuesta a todo. Es un oráculo capaz de dar mensajes clarividentes por medio de los sueños.
Quien utilice este animal de poder afinará su intuición.