La religión, o más bien el misticismo ha sido parte de la experiencia humana en la mayoría de las sociedades o grupos sociales. Surge como respuesta o explicación a los fenómenos naturales, cósmicos, fenómenos biológicos, sociales, existenciales, etc.
Aparentemente no hay un origen común de la concepción de la divinidad en el ser humano, por lo que la tipología de las creencias es muy variada (de acuerdo a su concepción del Dios y lo divino, de acuerdo a la fenomenología, etc.) pero eso confiere mayor versatilidad al ejercicio del paganismo.
El paganismo de la divinidad implica el culto y devoción a los dioses (en tanto su naturaleza politeísta) estudiando y reconstruyendo las formas antiguas de paganismo. En esa reconstrucción elegimos uno o varios panteones con los que optamos trabajar, entendiendo “panteón” como el conjunto de dioses de que se constituye una religión o credo, como por ejemplo, en el panteón griego reconocemos a Zeus, Atenea, Afrodita; o en el panteón Egipcio encontramos, a Osiris, Anubis, Bastet, Isis, etc.
Los dioses son celebrados e invocados en ceremonias cíclicas de la tierra o en fases lunares, así como en ritos de paso e invocaciones específicas.
La relación entre el pagano y los dioses es flexible, en tanto que:
Cada quien decide si se aboca en su experiencia de vida pagana a un panteón (en su concepción mitológica) o se aproxima a varios de forma ecléctica.
En una ceremonia o festividad colectiva, abraza al panteón o a los dioses que se haya elegido para dicho fin.
Elige a los dioses en función al trabajo o a la energía con la que se desea trabajar.
Opta por un panteón, dios o conjunto de dioses exclusivos.
Lo anterior es posible porque el paganismo tiene a su alcance todos los panteones que tenemos como legado histórico de tantas sociedades como se tiene registro. El paganismo se asoma a las diferentes formas de religión o creencias junto con sus hierofanías (Eliade, Mircea) y sus distintas concepciones que tienen lugar en la experiencia mística, de acuerdo con la necesidad de su práctica. Ello implica la posibilidad de trabajar con diosas y dioses de la naturaleza, atmosféricos, de fertilidad, de artes, de habilidades, elementales, etc.
Los griegos contaban con un gran número de dioses de naturaleza variada y éstos evolucionaron agregándose unos y sustrayéndose otros y posteriormente, al tener lugar la conquista por parte de los Romanos, se impusieron o agregaron los nuevos dioses sin desterrar a los ya existentes. Ello dio como consecuencia el sincretismo religioso, que es un fenómeno de amalgamación no surgido de la negociación, sino de la exposición a lo largo del tiempo por medio de la adaptación. Lo anterior explica que el paganismo de hoy se sirva de los dioses que han formado la experiencia mística en la historia de la humanidad para los fines que sean necesarios de acuerdo a la intención individual o colectiva de la forma adaptativa más conveniente para el practicante. La posibilidad de acceder a conocimiento de diferentes sociedades y épocas nos ofrece un abanico de posibilidades enorme, que es a su vez, susceptible de ser enriquecido y adaptado.
Finalmente, recordemos que los dioses son la representación de cuerpos celestes, fenómenos naturales, elementos, de la fertilidad biológica y agrícola, aspectos humanos, de los ciclos de la tierra, etc. y lo deífico es la sublimación de lo sagrado tanto para ordenar y comprender; así como para honrar y agradecer.