«No somos seres humanos viviendo una experiencia espiritual,
somos seres espirituales viviendo una experiencia humana»
Teilhard de Chardin
Todos tenemos por lo menos un guía espiritual, un alma anteriormente humana o no, asignada a ser nuestro tutor terrenal para que nos inspire, nos apoye en la toma de decisiones y colabore con nosotros en los esfuerzos creativos.
De la misma manera que cada uno de nosotros tenemos ángeles guardianes cuidándonos y protegiéndonos, también tenemos uno o más guías espirituales. Para sentirlos podemos seguir un proceso a través del cual podremos conectarnos y comunicarnos con esta nutriente y protectora presencia espiritual.
Los guías espirituales tienen muchos “disfraces” y vienen de muchas fuentes. Tu guía puede ser un familiar fallecido que se comunica contigo de una manera que reconoces, o la energía se siente familiar. También puede ser una mascota que hayas tenido. Pueden aparecer en sueños, traer mensajes e ideas directamente a tu mente o ayudarte a sentir “impulsos” que te guían de una manera u otra en el camino físico o espiritual que tienes por delante.
Poder contactar con nuestros Guías Espirituales es un don que ha sido otorgado a la humanidad, pero hemos olvidado cómo hacerlo. No se requiere de un entrenamiento para aprender a contactarlos, sino más bien un corazón apacible y amoroso, abierto a lo espiritual, que podrá atraer justamente las bendiciones requeridas.
Hay muchos guías espirituales que se manifiestan como medio hombre/mujer y medio animal por ejemplo: Ra (dios egipcio con cabeza de halcón y cuerpo humano), Ganesha (dios hindú con cabeza de elefante), Anubis (dios egipcio con cabeza de chacal) entre otros como hadas, sirenas, centauros, faunos, esfinges, etc.
También hay guías espirituales que son animales o tótems desde tiempos antiguos y prehistóricos los animales tenían representaciones sagradas para las tribus y los linajes, estos animales representan anhelos y necesidades interiores de las personas, así que puedes descubrir cuál es tu animal de poder o animal guía, quizá siempre has tenido conexión con uno o varios animales desde la infancia investiga cuál es la energía de este animal, qué tiene que ver contigo, con tu esencia, qué te viene a enseñar y puedes llamarlo en una meditación y pedirle consejo.
Existen otros tipos de guías y muchas personas los describen como seres de luz (ángeles de la guarda) ellos pueden adoptar formas, moverse y materializarse utilizando también distintos avatares. Hay versiones de 6, 7, 8 y hasta 9 arcángeles. Sin embargo, los más reconocidos y favoritos de Dios y mencionados en las sagradas escrituras son Miguel Arcángel, Rafael Arcángel y Gabriel Arcángel.
Ahora pasamos a los maestros ascendidos, son seres que ya han vivido en la Tierra, pero que han sido iluminados, despertados o han trascendido el ciclo de la reencarnación y representan los últimos portales de entrada a lo divino, su misión es guiar a la humanidad en su proceso evolutivo. Aquí tenemos por ejemplo al Maestro Jesús, Buda, Virgen María, Saint Germain, Confucio, Santa Teresa de Jesús, Rey Arturo, Merlín, Kwan Yin, Rumi, Melquisedec, entre muchos otros.
También tenemos guías en nuestros antepasados ya desencarnados y son a los que solemos invocar cuando necesitamos una guía o un consejo como madre, padres, abuelos, tíos, etc.
Por último tenemos a los dioses y diosas que han sido adorados y temidos desde el principio de los tiempos, se extienden a través de cada cultura, cada tradición, cada religión y cada parte del mundo, quizá te identifiques con una o varias deidades, ellas serán también tus guías en este camino espiritual.
Pasos para conocer a nuestros guías espirituales
Como con toda ceremonia, tu entorno físico debe estar preparado para sostener estas energías sutiles. Enciende una vela, atenúa las luces, crea un espacio pacífico. Trae a este escenario cualquier objeto de poder que tenga significado – cristales, objetos sagrados, incienso, imágenes. Éstos formarán tu espacio-ritual y ampliarán las intenciones de tu conexión, si ya cuentas con un altar este lugar será perfecto.
Todos los esfuerzos espirituales deben llevarse a cabo con clara intención. ¿Con quién desea trabajar? ¿Qué preguntas espera abordar? Con un enfoque claro, podemos llamar a los seres más adecuados para responder a nuestras preguntas.
Olvidamos fácilmente la sencillez de este proceso delicado… No hay necesidad de apresurarse ni precipitarse. Los mensajes se transmitirán tan suavemente como el viento y es sólo tu capacidad de percibir, lo que evitará bloquear tu conexión. Como con el aliento mismo, esta comunicación con el Espíritu es una de las más primitivas y no se puede hacer desde la mente.
Respirar es uno de nuestros tesoros más preciados y la forma más segura de acercarnos al momento presente. Con cada respiración, permites que tu conciencia se profundice y se haga más flexible. Sin tensión ni estrés. Si te encuentras tenso, el estiramiento muscular puede disipar algo de esta energía acumulada. Recostarse es también una gran idea, pero no te pongas demasiado cómodo o puedes quedarte dormido
Como con todo trabajo espiritual, los dictados de tu corazón atraerán frecuencias vibratorias semejantes. Un simple proceso de petición de protección te ayudará a atraer sólo bendiciones. Para ello, puedes seguir los siguientes pasos:
Visualízate en un tubo de luz blanca y deja que estas energías limpien cualquier cosa que no sea de tu más alto bien viviente. Cuando estés listo, relajado y dispuesto a permitir que los mensajes lleguen a ti, pide que la energía más amorosa que esté dispuesta a ayudarte, sea llamada ahora.
El más profundo de todos los sonidos sagrados es nuestra propia voz. El canto es el proceso por el cual reproducimos los sonidos del universo. Hacer estos sonidos eleva nuestras vibraciones y sintoniza nuestra energía con las fuerzas más poderosas del espíritu.
Canta “Ohm” (fonéticamente, esto suena como: AaaahUuuuuMmmm) siete veces para alinear tu energía con la de lo divino. Rápidamente descubrirás que cantar es un portal perfecto para contactar con tus guías espirituales.
A medida que tu respiración disminuye y el espacio sagrado se activa, puedes notar un cambio en tu ser. Este es el despertar de tu cuerpo de luz que atraerá magnéticamente a los Guías Espirituales, Ángeles y Maestros Ascendidos.
Enfócate en tu cuerpo de luz porque este es el aspecto de ti que es el espíritu puro. Mírate caminando a través de una “puerta” hacia otra dimensión. Esto no es siempre una puerta literal… a veces lo vemos como un espacio cósmico, a veces como un hermoso paisaje que inspira maravillas. Todos tenemos nuestras propias entradas al más allá y pronto descubrirás lo que es mejor para ti.
Cuando te encuentres totalmente en estado de paz, llama a tus Guías y Ángeles personales. Comparte con ellos tu intención y dales un claro permiso para que se unan a ti. Vivimos en un universo de libre albedrío donde nuestro mandato es respetado y honrado de acuerdo a las leyes sagradas, por ello debes conceder explícitamente el permiso a tus Maestros para que compartan contigo tu espacio vital.
Sus mensajes pueden venir como visiones, impresiones, olores o pensamientos. Desearía que los mensajes fueran siempre muy claros, pero a menudo no es así. Presta atención a todo lo que experimentas porque es su forma directa de estar en comunicación contigo ahora.
Esto también es una muestra de nuestro libre albedrío… ya que somos criaturas densas y dudosas. Pide una señal en tu vida diaria que afirme tu conexión y los mensajes que te ofrecen. Por favor, no vea esto como “decirles lo que tienen que hacer”, sino que es una forma de amorosa tranquilidad que reforzará tu fe en ellos. Esta es una manera segura en que pueden expresar su presencia y están contentos de complacerle mientras tú lo pidas!
Los Guías Espirituales están a nuestro servicio y como tales sólo pueden ayudar en las formas que pedimos explícitamente. Más allá de la validación de una señal, pide un mensaje o una bendición mientras estés en conexión sagrada con ellos. Esto podría ser una orientación, perspicacia o un anticipo de lo que nos espera. La bendición podría ser una curación o una activación de tus habilidades psíquicas.
Agradece siempre a tus guías por manifestarse, permítete tiempo para regresar completamente a tu cuerpo. Puedes elegir escribir tu experiencia o tomar una siesta para integrarte. Sé amable al permitir que este estado y esta experiencia sean recibidos en todos los niveles de tu ser. Puedes sentirte un poco alterado después de estos encuentros. Toma eso como una señal en tu cuerpo de que algo ha ocurrido. Procura comer sano, caminar en la naturaleza y bañarte con agua tibia, para sentirte de vuelta en casa.
El espacio sagrado se honra mejor cuando reconocemos que es una parte próspera de nuestra realidad. Debes saber que esos seres de apoyo amoroso están disponibles para ti siempre que los requieras, no sólo cuando necesitas ayuda, sino en cualquier momento.
Compartir tus bendiciones con ellos y reconocer su aporte es muy importante, les gusta saber que sus esfuerzos no sólo son apreciados, sino que están trabajando positivamente para ayudarnos a ser mejores humanos.
Unirse a estos espacios de comunicación con nuestros Guías Espirituales regularmente nos recuerda que el mundo es mucho más amplio de lo que la mayoría de la gente cree. Mejorarán nuestras habilidades psíquicas, nos asegurará que estemos en el camino correcto y que esto nos llevará a cumplir nuestro destino. En poco tiempo nuestra habilidad para recibir estos mensajes puede ocurrir fuera del ritual establecido y comenzaremos a recibir mensajes todo el tiempo.
ESCRITO POR ÁRYAN VERÓNICA RODRÍGUEZ