Un disfraz que durante años y décadas ha sido muy famoso es el de bruja. Prácticamente tan pronto llega Halloween lo primero que vemos en decoración son sombreros largos y puntiagudos, escobas y calderos.
¿Pero por qué la bruja es tan representativa de Halloween?
La imagen de la bruja aterriza en la época del Renacimiento, cuando la caza de brujas está en pleno apogeo. Y es precisamente gracias a este suceso que se derivan muchos mitos asociados con la imagen de la bruja. De hecho le debemos los principales clichés al Malleus Maleficarum o Martillo de las brujas publicado en Alemania en 1487. Este texto es el principal responsable de que la imagen de la bruja, su sensualidad y su maldad sean asociadas con la mujer y por ende es responsable de muchas muertes. La Parte II del Malleus Maleficarum describe las formas de brujería . Esta sección detalla cómo las brujas lanzan hechizos, y cómo sus acciones pueden ser prevenidas o remediadas. Se da un fuerte énfasis al pacto con el diablo y la existencia de brujas es presentada como un hecho. Muchas de las informaciones del libro de hechizos, pactos, sacrificios y cópula con el Diablo fueron obtenidos (supuestamente) de juicios inquisitoriales llevados a cabo por dos monjes inquisidores Heinrich Kramer y Jacob Sprenger.
El actual estereotipo de la bruja como una mujer de edad mayor, que vuela en una escoba acompañada por un gato, que participa en aquelarres nocturnos adorando al diablo, que forma parte de un grupo clandestino que realiza sacrificios humanos y ritos sacrílegos y que conoce todo tipo de pociones mágicas y maleficios se remonta a la Antigüedad. Los cristianos fueron acusados de realizar este tipo de actos en la época del Imperio Romano: durante el siglo II fueron acusados de celebrar reuniones clandestinas en las cuales degollaban niños y mantenían relaciones sexuales no convencionales y adoraban animales. En otras épocas fueron los judíos los acusados de practicar este tipo de aquelarres. Siempre se trataba de grupos minoritarios vistos con malos ojos por la mayoría de la gente y los gobernantes. El Malleus Maleficarum fue un compendio de todas estas fantasías. Las brujas, en su mayoría mujeres, eran allí acusadas de ser responsables de todos los males de la sociedad y toda la brujería proviene del apetito carnal que en las mujeres es insaciable. La superstición se encuentra ante todo en las mujeres, entendido como «sexo frágil» porque las mujeres son «más crédulas, más propensas a la maliginidad y embusteras por naturaleza». “El pecado que nació de la mujer destruye el alma al despojarla de la gracia, y todos los reinos del mundo han sido derribados por mujeres”. Existen tres vicios generales que tienen un especial dominio entre las mujeres malvadas: la infidelidad, la ambición y la lujuria.
Tomado como un todo, el Malleus Maleficarum declara que algunas cosas confesadas por las brujas, tales como transformaciones en animales, eran meras ilusiones inducidas por el demonio para atraparlas, mientras que otros actos, como por ejemplo volar, causar tormentas y destruir plantaciones, eran reales. El libro habla detalladamente sobre los actos licenciosos y promiscuos cometidos por las brujas, su habilidad de crear impotencia sexual en los varones e incluso da espacio a la pregunta sobre si los demonios podrían ser los padresde los hijos de las brujas. El estilo narrativo es serio y completamente falto de humor: incluso los hechos más dudosos son presentados como información confiable.
Las brujas practicaban distintos tipos de magias:
Las prácticas más comunes dentro del mundo mágico medieval son:
También en ese entonces se pensaba que la vestimenta de la bruja tenía la función de ser un camuflaje en la noche, el cual les permitía trasladarse a su ritual nocturno sin ser detectadas. Por eso están justificadas las capuchas, los vestidos largos y el color negro en las telas. Los sombreros puntiagudos solo son un toque de fantasía estilo Disney.
La realidad es que las brujas jamás lucieron como las de los disfraces, las películas o los cuentos. Siempre han sido asociadas como un ser que posee poderes sobrenaturales, un hada mala que es vieja y fea, que pueda transformarse en animales y volar usando ungüentos hechos de carne y huesos de niños. En todo caso, para poder representarlas en la actualidad deberíamos tomar en cuenta que también muchas de estas mujeres asistían desnudas a la festividad de Samhain, pero en la actualidad con la urbanización es difícil que asistan desnudas a tales ritos pero no imposible ya que existen covens en los que se respeta esta antigua tradición.
Finalmente la bruja de Halloween, junto a la calabaza, son los dos grandes símbolos de la fiesta que cada 31 de octubre desempolva los disfraces del fondo del armario para celebrar la gran noche de los difuntos.
Hay registros históricos que plantean que nació en Francia entre los siglos XIV y XV, durante la celebración de la Fiesta de Todos los Santos cuando la peste bubónica azotó a toda Europa y generó un enorme sentimiento de respeto hacia la muerte, exaltando, al mismo tiempo, su superioridad y las ganas de honrarla a través de diferentes facetas creativas. La población empezó a tomar conciencia de su mortalidad, por lo que se multiplicaron las ceremonias de homenaje a los difuntos, se desató la inspiración artística y comenzaron a proliferar representaciones de la Muerte, que evolucionaron en auténticas fiestas de disfraces. Estas celebraciones tienen la vida en el más allá como denominador común, por eso en ella abundan atuendos como el de la bruja, los esqueletos y los fantasmas.
A las brujas también se le asocia con los gatos negros, animales sobre los que recae la creencia de estar poseídos pos las almas de los muertos que regresan del más allá o por el espíritu de alguna bruja, que se transforma para acercarse más fácilmente a sus víctimas. Por esta razón, cientos de estos animales fueron quemados vivos en la hoguera también durante la Inquisición. Al día de hoy los gatos negros lamentablemente siguen considerándose símbolos de mal augurio.
Así que en estas fechas saca tu atuendo de bruja y hagamos un gran homenaje a todas esas sabias mujeres, a las mujeres inocentes que fueron juzgadas, torturadas y quemadas a lo largo de los tiempos por el miedo, por la ignorancia, por imposición de las religiones judeocristianas, por el machismo, por la misoginia, por el temor a lo desconocido. Al final en la actualidad son un símbolo de lucha, pero sobre todo de sabiduría. Somos brujas y brujos cuando nos gusta indagar más allá de lo conocido, de lo científicamente demostrado, cuando amamos estar en la naturaleza, cuando transformamos las plantas en brebajes, en ungüentos, pomadas… cuando aceptamos nuestra magia que surge del interior y podemos sanarnos y sanar a otros y también cuando podemos percibir lo sutil, lo etéreo, cuando entramos en la mística y nos fusionamos con los elementos y transformamos nuestro mundo.
El hombre es superior a las estrellas si vive en el poder de la sabiduría suprema. La persona que domina el cielo y la tierra con su voluntad, es un mago, y la magia no es brujería, sino sabiduría suprema.
Parecelso