Hay ocasiones donde nos sentimos abrumados por las situaciones que vivimos, las emociones se nos hacen nudos y no podemos encontrar soluciones. Con este hechizo vamos a desenredar cómo nos sentimos y para ello ocuparemos un grano muy preciado por los mexicanos: el maíz.
Para los mayas las divinidades hicieron de masa de maíz a los humanos, es por eso que el maíz nos entiende bien. Aunque a tiempos diferentes, el maíz también crece en la oscuridad de un cálido vientre, nace y se estira hacia el sol, crece orgulloso y fuerte, crea sus frutos y al marchitarse vuelve de nuevo a la tierra. Pero a diferencia nuestra el maíz sabe fluir con la vida.
Necesitarás:
Un elote con sus hojas y pelos
Cepillo
Una toalla
Ve a la cocina, trabajamos desde allí porque la cocina es el corazón de los hogares. Toma el elote entre tus manos y pídele que te proteja y te ayude a ver la situación que vives como si fueras una milpa fuerte y vulnerable bajo el sol.
Quita los pelos del elote y ponlos a hervir en dos litros de agua con una pizca de sal. Los pelos del elote nos permiten reconocer el miedo y nos ayudan a que la tristeza, la impotencia y el llanto salgan de nuestro cuerpo. La sal limpia la energía negativa para que reencontremos el equilibrio.
Entibia la infusión y pídele que te limpie, que desinflame el sufrimiento en tu corazón. En el fregadero de la cocina enjuagate la cara y las manos. Vierte un poco de la infusión en tu nuca y en las coyunturas del cuerpo
(muñecas, codos, rodillas, tobillos, etc.) Inclínate sobre el fregadero y vierte el resto del agua sobre tu cabeza, moja bien tu pelo.
Sin quitar el excedente de la infusión, ponte la toalla sobre los hombros. Siéntate y quítate los zapatos, pon tus pies desnudos en el suelo. Peinate el cabello con calma y cuidado. Siente como todas las emociones revueltas se van con cada cepillada, y te dejan ligera y relajada. Llora si quieres hacerlo. Cuando termines de peinarte sécate el exceso de agua.
Pon el elote en la estufa y ásalo. Acerca tus manos para que se calienten. Las hojas del maíz se quemaran, es normal. Cuando el maíz esté cocido, retíralo, siéntate de nuevo a la mesa y cómelo. Vuelve a pensar en la situación que te complica. ¿Hay algo que puedas hacer? Toma acciones. ¿No puedes hacer nada? Déjalo fluir. Pídele al maíz que te haga fuerte para que puedas ejecutar las acciones que decidiste. Agradece al olote del maíz y descansa un rato. Si puedes duerme un poco.
El olote puedes entregarlo a la tierra o guardarlo y quemarlo en samhain. Que en el maíz encuentres consuelo y sabiduría.