Cuatro cirios negros (Si no pudiera encontrar cirios negros, utilícelos blancos.),
Tu caldero con agua,
Sal (no necesitará más de cuatro pellizcos de ella),
Una bolsa de papel,
Cerillos de madera, y,
Un martillo (opcional).
Procedimiento:
1.- Debes colocar los materiales en tu mesa del mago (donde no puede faltar tu pentáculo, tu copa, sahumador y tu daga).
2.- Sientante o si lo prefieres puedes estar de pie frente a ellos. Cerrar los ojos y visualizar una fortaleza de protección rodeándote.
Nota: En caso de que lo consideres pertinente, puedes crear un un egregor de protección para potencializar tu trabajo.
3.- Enciende un cerillo y toma una de las velas y enciendela. Toma la vela, manténla cerca de ti y lee en voz alta lo siguiente:
¡No eres nada!
Aleja la vela y di:
¡Estás debilitándote!
Aléjala todavía más, a la distancia del brazo extendido y debes decir:
¡Estás expulsado!
4.- Mete el extremo encendido en el agua. Observar cómo la llama se apaga y desaparece. Debes ser consciente de que el agua también extingue toda la energía producida para dañarle.
5.- Romper la vela utilizada con sus manos (o utilice un martillo) y póngala en la bolsa de papel. Añadir una pizca de sal al agua para purificarla.
6.- Repetir todo el hechizo tres veces más, una vez por cada vela, diciendo las palabras, alejando la vela de ti, apagándola en el agua, rompiendo la vela, deshaciéndose de ella y añadiendo la sal al agua.
7.- Cuando hayas terminado, decir estas o similares palabras:
“Maldad que cabalgas por el cielo; fríos vientos que sopláis; Oscurecidos embrujos que os remontáis de muy abajo: Rotos ahora, desapareciendo rápidamente, no prosperaréis. Porque con este hechizo que os he lanzado, no podéis sobrevivir.”
8.- Lavarse las manos. Eliminar las velas negras (en la bolsa) de tu casa. Vierta el agua salada a la coladera y lave bien el recipiente.