Mucho se ha hablado de aprender a decir NO, a poner límites, a mantenernos viviendo a la defensiva, esperando que nos ataquen, vivimos cerrados a las oportunidades, para mantenernos a salvo. Pero ¿alguna vez haz pensando a que oportunidades de la vida haz dicho que no? A un cambio de puesto, a un cambio de domicilio, a esa persona que te busca y por miedo a ser lastimado le dices no.
El uso del NO debería ser una herramienta para utilizar de manera consciente, de igual manera que decir SÍ a las oportunidades, ninguna de ellas debe utilizarse para privarnos de experiencias de vida, cada decisión que tomamos ejerciendo un NO o SÍ, nos lleva a traspasar por eventos irrepetibles.
No determines los resultados del pasado por éxito o fracaso, sino por un aprendizaje ganado, si constantemente decimos que no, no podremos ver los regalos del universo y el poder de nuestros deseos. Cuando controlas a que le dices que SÍ y a que le dices NO, quien esta dibujando sus propios límites y determinando sus experiencias eres tú.
Este hechizo está dirigido para conectar contigo y responder desde lo que realmente quieres y no de manera automática. Se sugiere realizarlo cada día al despertar, para programar tu mente a las posibilidades. Siéntate cómodo en un lugar tranquilo, y silencioso, inhala y exhala, comienza a sentir tu cuerpo, su peso, donde estas sentado, tus pies, tus piernas, tu cadera, tu estómago, tus brazos, tu cuello, relaja los músculos de tu rostro y siente más ligera tu cabeza. Inhala y exhala tranquilamente, visualiza una luz blanca que emana de tu pecho, que crece con cada inhalación hasta cubrir todo tu cuerpo, esta luz te llena de paz y tranquilidad, recuerda que es un momento que te regalas, por lo que estas centrado en el aquí y ahora.
Una vez completamente relajado repite esto en tu mente o en voz alta:
“Hoy le digo que sí a las experiencias de la vida,
le digo que sí a todas las aventuras que están por venir,
le digo que sí a todas las personas que harán mi vida mejor y enriquecerán mi camino,
le doy la bienvenida a las cosas que deseo y las recibo con los brazos abiertos,
agradezco a los Dioses por lo vivido, porque siempre he tenido lo que necesito,
para ser una mejor versión de mí”.
El finalizar, agradécete este momento, porque al saber que es lo que realmente quieres, te haces cada día más responsable de tus decisiones y sus resultados. Toma el control de tu vida y transita por ella con la determinación de aceptar o rechazar lo que realmente deseas.