Todos en algún momento convivimos con alguien tóxico, envidioso, molesto y que lejos de beneficiarnos nos perjudica, los hechizos de congelamiento son ideales para apaciguar a dicha persona. Estos rituales se utilizan para protegernos de nuestros enemigos y alejarlos de nuestro camino.
Ingredientes
Foto de la persona que deseas ‘congelar’; si no tienes una, escribe en un papel estraza su nombre completo.
Un envase de vidrio con tapa.
Sal de grano.
Pimienta negra.
Canela (en polvo o en vara, si es en vara una entera y la despedazas para que, entre toda en tu frasco, si es en polvo una porción considerable, recordemos que la canela es fuego y necesitamos).
Agua (de granizo, de estanque, tormenta).
Procedimiento
Introduce dentro del frasco la foto de la persona o el papelito con su nombre. Si tampoco sabes cómo se llama, solo escribe la situación que te incomoda, por ejemplo “la persona que me hace daño en el trabajo”. Es importante que mientras haces este paso, visualices a dicho individuo.
Agrega tres cucharadas de sal, una pizca de pimienta negra, la canela, el romero y, por último, el agua hasta donde alcances a cubrir todo el papelito o la foto, cierra tu frasco,
Con tus manos alrededor del frasco pronuncia con voz fuerte y convicción la siguiente frase: “A partir de hoy y hasta que yo lo decida, quedas congelado y anulado. El frío te obliga a retroceder, ya no puedes hacerme daño. Así es y así será”.
Mételo en una bolsa negra si puedes, amárrala bien y ponlo dentro de tu congelador.