La lluvia marca el inicio de uno de los momentos más hermosos de la naturaleza. Con el agua el verde vuelve a nuestros días, los campos se revisten de flores, las cosechas crecen y el ciclo de la vida se renueva. En otros tiempos la lluvia traía consigo alegría, la esperanza de que habría suficiente comida y la vida se mantendría otra temporada. Aunque nosotros en las ciudades parecemos lejanos a esos ritmos, la realidad es que las cosechas y nuestras reservas de agua dependen de la lluvia.
Nuestra relación con la lluvia tiene una larga historia, la convertimos en divinidad, oramos y danzamos por ella, le ofrecimos rituales y sacrificamos vidas para atraerla. Con la ciencia aprendimos a conocerla y desentrañamos sus misterios. La lluvia es el agua en su forma más dinámica, nace de la tierra y retorna a ella a través de un proceso que la transforma y la devuelve a su estado original. Podemos aprender mucho de la lluvia si nos permitimos contemplarla.
En la magia el agua representa nuestras emociones, los sueños y la intuición. Es la vida y la muerte en su más pura continuidad. El agua nos pide adaptarnos, soltar, limpiar y fluir. Ahora que la temporada de lluvias está entre nosotros, haremos una limpieza que nos permita enfrentar la siguiente mitad del año con energía renovada.
Necesitas
Si quieres limpiar todos los aspectos de tu vida: un ramo de limpia.
Si quieres trabajar con tus emociones: un ramo de flores de colores suaves, de preferencia con un aroma fuerte.
Para limpiar tu energía amorosa: Un ramo de rosas rojas, sin espinas.
Para limpiar tu energía en el dinero: un ramo de albahaca, lavanda y eucalipto.
Una tormenta.
Alcohol alcanforado.(medio litro)
Esta es una limpia que requerirá que mires el cielo y las condiciones del clima. Debes estar listo para el momento en que una tormenta se anuncie. Ponte ropa ligera, si es posible descálzate o ponte sandalias, toma tu ramo y sal a la lluvia. Si la tormenta tiene rayos todavía mejor.
Debes permanecer unos minutos bajo la lluvia, deja que te moje, que se impregne en tu cuerpo. Piensa en lo que va mal en tu vida, lo que te detiene, las decisiones que has tomado y a dónde te han llevado. Sostén el ramo cerca de tu pecho y pídele a la lluvia y a las plantas que te ayuden a transformar tu energía, que se lleven todo aquello que ya no sirve a tu presente, que te ayuden a convertirte en una mejor versión de ti mismo.
Cuando sientas que estás lista empieza a limpiarte con el ramo: Pásalo por tu cuerpo, desde la cabeza hasta los pies. Frótate con las hierbas, estrújalas, percibe su olor mezclado con el caer de la lluvia. El ramo tiene que deshacerse conforme te limpias. Cuando ya no tengas ramo enjuágate con la lluvia. Permanece un rato más bajo la tormenta y deja que te transforme, que te transfiera su tranquilidad, su paz.
Al terminar estarás sin duda empapado. Date un baño de agua caliente, sécate bien y date una friega de alcohol alcanforado. Abrígate, come y bebe algo. Descansa.
Lo ideal es que salgas a la lluvia, que convivas con el elemento en ese momento de vida. Si de verdad no puedes reúne agua de lluvia, mézclala con más agua y has la limpia como un baño. Está limpia es muy fuerte energéticamente y debe hacerse solo una vez durante la temporada de lluvias.