A lo largo de nuestras vidas hemos tenido infinidad de experiencias, algunas que nos han causado enojo, otras que nos aportaron alegría, otras que nos han dejado con mal sabor de boca y otras que nos han provocado miedo. Y es en estos tiempos tan difíciles de pandemia cuando más de uno hemos sentido MIEDO. Miedo a enfermar, a perder a un ser amado, a perder la vida.
Pues bien,esta sensación de angustia por la presencia de un peligro real o imaginario, este sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea, va mermando nuestra energía vital, acarreando enfermedades físicas, psicológicas, emocionales y espirituales.
Para tratar de una manera sutil y agradable este sentimiento haremos un ritual inspirado en las prácticas de sanación que nuestros abuelos ejecutaban, para esto necesitaremos:
12 crisantemos blancos (si tu intuición te dice que más, compra los necesarios)
Cerillos de madera
1 kg de sal de mesa aproximadamente para hacer tu círculo de protección
1 una olla de barro (del tamaño que consideres en la que puedan caber los crisantemos) o puede ser tu caldero, solo si lo tienes
1 sahumador o popochcomitl debidamente encendido que nos servirá de protección
Un recogedor y un cepillo de escoba, o unas hojas de periódico o revista
Entonces:
En el lugar elegido para este ritual pondremos los crisantemos separados en ramitos de 4 flores cada uno o de los que tu corazón dicte, la olla de barro con el litro de alcohol, los cerillos, además del recogedor con el cepillo o las hojas de
periódico y nuestro sahumador ya encendido. Junto a todo esto estaremos nosotros.
Procederemos a trazar un círculo con la sal
Acto seguido, tomarás uno de los ramos de crisantemos y empezarás a pasarlo por todo tu cuerpo empezando por la cabeza, dándote golpecitos con el ramo, seguirás el recorrido hasta tus pies, haciendo énfasis a la altura de tu pecho, es decir, deteniéndose un poco en esa zona mientras repites:
“RETIRO DE MI, TODO TEMOR, QUE NO ME PERMITE AVANZAR,
RETIRO DE MI, TODO TEMOR QUE ME ALEJA DE UNA VIDA SEGURA,
RETIRO DE MI, TODO TEMOR QUE SOLO EXISTA EN MI MENTE,
RETIRO DE MI, TODO TEMOR QUE ME HACE VACILAR,
RETIRO DE MI, TODO TEMOR QUE NO ME DEJA VIVIR.”
Al llegar a los pies arrojaremos ese ramo a la olla.
Durante el recorrido del primer ramo podrás observar que aunque las flores estaban jóvenes y fuertes pudieron haberse desprendido los pétalos como si fueran flores viejas, si su desprendimiento es considerable esto indica que tenemos el MIEDO muy arraigado en nosotros, entonces procederemos a repetir el procedimiento tantas veces como sea necesario con los ramos extra que tenemos hasta que dejen de desprenderse y solo sean unos cuantos los que caen.
Al terminar de utilizar las flores, barre lo que haya caído al suelo y levántalo con el recogedor o con el periódico y arrójalo dentro de la olla.
Mientras repites:
“RECIBO EN MI VIDA, SEGURIDAD;
RECIBO EN MI VIDA, CONFIANZA;
RECIBO EN MI VIDA, ALEGRIA;
RECIBO EN MI VIDA, GANAS DE VIVIR;
ABRO MI VIDA, A NUEVAS VIVENCIAS.”
¡ASÍ ES Y ASÍ SERÁ,
ASÍ ES Y ASÍ SERÁ,
ASÍ ES Y ASÍ SERÁ!
Procura mientras haces tu limpia no salirte del círculo de sal y coloca siempre las flores dentro de la olla, recuerda que tu área de trabajo se encuentra purificada y al mismo tiempo custodiada por el sahumador.
Los restos de las flores que quedaron en la olla, ofréndalos a la Madre Tierra. y el círculo de sal, levantalo con el recogedor y vacíalo en una cubeta con agua y llévalo fuera de tu casa , procede a barrer la banqueta mientras rocías toda el agua esto servirá de protección para la entrada de tu casa , negocio o edificio de departamentos, mientras lo haces no olvides visualizar y agradecer siempre la protección que la sal te brindo.