La “Noche de San Juan” en realidad es el solsticio de verano, es el día más largo del año y la noche más corta, por lo regular se celebra el 21 de junio y es conocido como Litha.
En la antigüedad se incendiaban fogatas en representación del Sol, de esta manera acrecentaban su fuerza y energía para que se prologará la luz.
En honor al sol se llevaban a cabo ceremonias en lugares de culto pagano como Stonehenge. Este es un día mágico y el velo entre los mundos es muy ligero, por lo tanto nos permite tener contacto con seres elementales, ahuyentar espíritus negativos y se le otorgan poderes curativos a las hierbas que son recogidas durante esta noche; del mismo modo nos ayuda a romper con todas las cosas negativas que hemos vivido en la primera mitad de la rueda y así poder continuar con la energía renovada.
Esta noche nos invita a realizar rituales para el amor, la fertilidad, la sanación y también era costumbre saltar las fogatas para purificarnos y limpiarnos, los baños en las playas, manantiales o lagunas son muy recomendados y se aconseja pasar la noche meditando sobre lo que se quiere.
Actualmente se sigue celebrando en varias partes de mundo de diferentes formas, se celebra a media noche del 23 al 24 de junio para celebrar el inicio del verano y está adaptada al nacimiento de San Juan Bautista (24 del mes), por tal motivo se por tal motivo se recorrió la fecha.