Hoy, en estas líneas se ha abierto el camino para intentar explicar algunos de los elementos simbólicos que han acompañado al hombre en sus experiencias cotidianas a lo largo de la historia.
Sean bienvenidos a realizar este recorrido, de búsqueda e investigación de los diferentes significados que los pueblos del mundo han dado a diversos símbolos, cabe aclarar que no pretendemos instaurar verdades absolutas, ni demeritar ni vanagloriar ninguna interpretación de dichos símbolos, solo intentar mostrar algunos de las concepciones que han tenido a través del tiempo y el espacio.
Comenzamos este camino con la historia simbólica de los COLORES. Para ello hemos tomado principalmente los libros, y notas del historiador Michel Pastoureau, quien se ha dedicado durante décadas a estudiar la simbología, denominación y concepción del color en el mundo occidental.
Hoy abordamos algunos elementos generales que nos permitirán fácilmente comprender en posteriores entregas, cada color por separado.
El primer aspecto por entender es la manera en como se percibe un color, esta percepción se ha transformado a través del tiempo, esto parecería intrascendente, pero veamos simplemente las condiciones de iluminación, el color no solo es diferente con la luz a lo largo del día, imaginemos una cabaña, cueva o refugio alumbrado con velas, con lámparas de aceite/gas o con luz eléctrica, la diferencia con cada tipo de iluminación será sustancial (por ende, la interpretación simbólica es también diferente).
A la percepción sensorial hay que añadir los conocimientos, el saber que se tenga, la explicación de la naturaleza, la imaginación y los sentimientos. Nuestros conocimientos, sensibilidades o nuestras “verdades” de hoy sobre los colores no son las mismas que las de los hombres del pasado y no serán las mismas en el futuro. Cuando vemos un cuadro, una escultura, tapiz, bordado con restos de color que no corresponden a nuestra interpretación actual (ejemplo: la figura de un diablo azul), debemos tener en cuenta que el pintor, escultor o bordador no se equivocaba nunca, somos nosotros que nos equivocamos en la interpretación.
Muchos restos de civilizaciones que nos precedieron, su pintura ha sido dañada o desaparecida al paso del tiempo, y las remodelaciones que han tenido nos dejan una especie de “capas simbólicas diferentes» pues algunos colores fueron cambiados o añadidos. Por ejemplo, en la Edad media no se conocía el violeta y durante los siglos posteriores cuando se restauraron tapices y sobre todo vitrales, este color les fue añadido. Se dice que los vitrales son el arte del color por excelencia y sin embargo de lo que hoy vemos solo el 10% es su color original, a lo que igualmente se tiene que añadir un elemento primordial: el sol, que determinará el color dependiendo tanto de la rotación de la tierra como de la estación en las que los vemos.
Ahora bien, el color tiene siempre relación con la sociedad y tenemos que hacer un ejercicio de ubicación de tiempo y espacio para otorgar un significado o simbolismo. Así, vemos que en la misma Edad media la cultura musulmana se identificaba en verde, mientras que en Occidente simbolizaba el color de las solteras y de los no-nobles, y en algunas regiones representaba a las mujeres embarazadas (como símbolo de fecundidad), justamente Santa Margarita es la patrona de las mujeres embarazadas y en algunas representaciones aparece en este color, y cuando nos adentramos en otras creencias y mentalidades la variación simbólica se amplia.
Cada época agrega significados a los colores por ello se encuentran una cantidad enorme de significados y en ocasiones totalmente contradictorios, o en otros se mantiene el aspecto original a través del tiempo y el espacio: el caso del dorado, siempre utilizado por doquier y no considerado como un color, mas bien una luz, un adorno.
Es por ello que Michel Pastoureau nos dice que algunos colores tienen una historia corta (importancia y significado por una cierta época), mientras que otros tienen una historia larga, que aun con una larga lista de significados en el tiempo y el espacio, se mantienen; uno de los mas importantes es el rojo, del que nos ocuparemos en la siguiente entrega.