
Escrito por: Francisco-Alí Abdullah
Materiales:

Procedimiento:
1.-Debes colocarlos materiales en tu altar (donde no puede faltar tu pentáculo, tu copa, sahumador y tu daga).
2.- Siéntate o si lo prefieres puedes estar de pie frente a ellos. Cerrar los ojos y visualizar una fortaleza de protección rodeándote.
Nota: En caso de que lo consideres pertinente, puedes crear un un guardia de protección para potencializar tu trabajo.
3.- Enciende un cerillo y toma una de las velas y enciéndela. Toma la vela, manténla cerca de ti y lee en voz alta lo siguiente:
¡No eres nada!
Aleja la vela y di:
¡Estás debilitándote!
Alejala todavía más, a la distancia del brazo extendido y debes decir:
¡Estás expulsado!
4.- Mete el extremo encendido en el agua. Observar cómo la llama se apaga y desaparece. Debes ser consciente de que el agua también extingue toda la energía producida para dañarle.
5.- Rompe la vela utilizada con sus manos (o utilice un martillo) y póngala en la bolsa de papel. Añadir una pizca de sal al agua para purificarla.
6.- Repite todo el hechizo tres veces más, una vez por cada vela, diciendo las palabras, alejando la vela de ti, apagándola en el agua, rompiendo la vela, deshaciéndose de ella y añadiendo la sal al agua.
7.- Cuando hayas terminado, di estas o similares palabras:
“Maldad que cabalgas por el cielo; fríos vientos que sopláis; Oscurecidos embrujos que os remontáis de muy abajo: Rotos ahora, desapareciendo rápidamente, no prosperaréis. Porque con este hechizo que os he lanzado, no podéis sobrevivir.”

8.- Lava tus manos. Elimina las velas negras (en la bolsa) de tu casa. Vierte el agua salada a la coladera y lava tu caldero (o recipiente).
