Hoy daremos las características de un gran animal.
El elefante es imponente y de gran tamaño, ha sido reverenciado por diversas culturas, especialmente en Asia y África, donde el elefante tenía su hábitat natural.
En China se le considera de buena suerte y felicidad, algo que aún hoy se utiliza dentro del Feng Shui, en Asia es una criatura cósmica (carga al mundo en su lomo), en la cultura occidental lo encontramos en el cristianismo, donde el elefante representa la paciencia, castidad y templanza; en la India tenemos a Ganesh, el dios elefante es venerado por eliminar obstáculos, dios de las artes, ciencias, del intelecto y sabiduría. Como dios de los comienzos, es honrado al principio de los rituales y ceremonias. También es invocado como patrón de las letras y el aprendizaje durante las sesiones de escritura.
Los elefantes son criaturas muy inteligentes que tienen una memoria que perdura, viven muchos años, pero cuando muere un miembro de su grupo pasan las etapas del duelo, viven en comunidad y cuando saben que van a morir, se desplazan a un lugar especial para trascender.
Los elefantes son: fuerza, representan la sabiduría, el poder y la fortaleza, tanto interna como externa.
Como animal de poder, elimina obstáculos en nuestro camino, brinda inspiración para buscar el conocimiento y es un animal iniciático, pues en sí mismo trae la sabiduría antigua. Es el animal de poder de personas que profundizan en actividades psicológicas o históricas, como la arqueología, psicoanálisis, educación, literatura y búsqueda de claves del pasado.
También ayuda a comenzar de nuevo lo que debamos asimilar o conocer, con paciencia y sensibilidad.
La medicina del animal es compasiva, empática, colaborativa, protectora y te dice que no postergues más las cosas, no vale la pena sentirse culpable o mal por no acabar algo. Solo es momento de comenzar de nuevo. También habla de responsabilidad en la familia, determinación y una firme lealtad a sus seres queridos.
No olvidemos que el elefante, como animal de poder o como su medicina, nos recuerda que debemos encontrar el tiempo de divertirnos y fortalecer nuestro niño interior.