El paganismo de tierra es uno de los enfoques del paganismo y consiste en devolver a la tierra su preponderancia; verla como fuente de vida y riqueza, y cuidar de ella al mismo tiempo que nos beneficiamos de sus bondades e incorporamos distintos mecanismos para rendirle culto.
Todos sabemos que la tierra es pródiga y generadora de sustento, pero la modernidad nos faculta para realizar actividades productivas que nos mantienen ocupados en otras arenas y con ello, distanciados de la tierra.
La tierra ha pasado a un plano secundario para muchos de nosotros, y en la medida en que hay sectores que se dedican a ella, nos hemos alejado de su cuidado. Fundamentalmente nos hemos alejado de la noción de la tierra como hogar. No es sino hasta que los medios de comunicación exhiben el grado y variedad de daños que ha sufrido, que nosotros en lo individual emprendemos acciones tales como reducir el uso de aerosoles, plásticos, insecticidas, o contribuimos con el cuidado de animales, etc.
En el paganismo de tierra, la Madre Naturaleza es la diosa suprema y la forma en que le rendimos culto es regresando a ella; buscando la conexión directa con ella mediante el trabajo, el cuidado y la atención que se puede tener con ella en la medida en que nuestras posibilidades nos lo permitan.
Por eso resulta importante plantearnos acciones que nos conecten nuevamente con la tierra, más allá de la reacción en contra de su deterioro, para que gradualmente retomemos nuestro involucramiento con ella y retribuir un poco de todo lo que nos prodiga. Para ello me parecen oportunos los siguientes planteamientos:
¿Alguna vez has cultivado alguna planta doméstica? ¿Tienes plantas en casa? ¿Qué cuidados les prodigas? ¿Tienes recomendaciones que contribuyan a los cuidados caseros de alguna planta o huerto doméstico? ¿Tienes bebederos para colibries?
La conexión con la tierra puede comenzar con acciones tan pequeñas como cuidar de una planta, sembrar una semilla, regarlas, alimentar algún perrito en la calle, colocar un trasto con agua para los perros que pasan (especialmente en días de calor en que padecen tanto los callejeritos) o agua endulzada con miel en un bebedero para colibríes etc., y estas acciones pueden llevarte a crear un huerto, crear un jardín, acondicionar una terraza o jardín urbano o a la adopción de una mascota (si no tienes una, no sabes del amor del que te estás privando)p. Estas pequeñas acciones nos dan consciencia de la tierra como ser vivo y generadora de vida; nos reconectan con nuestra esencia y nos hacen conscientes de nuestro origen. Cuidar de la tierra y beneficiarnos de ella constituye un ritual de gratitud y retribución que nos vincula también con nuestros valores esenciales. Si te aficionas a la jardinería, serás parte de un círculo virtuoso cuyos beneficios son muy variados. Por un lado, la satisfacción de participar en la generación de vida, dar cuidados y protección. Por otro lado, las sensación de paz que genera la vista y el olor de la naturaleza incide en la salud mental. Es notable cómo puede cambiar un espacio si está revestido de plantas, incluso hay estudios que revelan un aumento en la productividad laboral al incluir plantas en los espacios de trabajo. Pero más allá de las razones productivas, las plantas en tu hogar aportan relajación, mejoran el oxígeno, propician el buen humor, evitan la depresión, en fin, mejoran la calidad de vida.
Hoy en día hay muchos canales en youtube que comparten tutoriales o consejos prácticos y bastante asequibles con los que podemos comenzar una dinámica de conexión con la tierra. Si tenemos la oportunidad de estar en casa, aprovechemos aportando un granito de arena a nuestro hogar supremo.
Comparto unas ligas a tutoriales y consejos que te pueden servir si así lo consideras: