La mitología japonesa es fascinante y extensa, aquí te contamos de una de las deidades principales, Amaterasu, la diosa del sol.
Conoce más de ella.
Su historia
En Japón hay dos religiones principales: el budismo y el sintoísmo. En el sintoísmo se cuenta con una serie de dioses, a los cuales denominan “Kami”. Dentro de esta mitología, la diosa Amaterasu es la más importante, siendo la deidad del sol.
En la historia sintoísta de la creación, Izanami e Izanagi son la pareja creadora e Izanagi, al lavarse la cara después de haber estado en el mundo subterráneo nacen 3 hijos: del ojo izquierdo sale Amaterasu, la diosa de la luz, del ojo derecho Tsukuyomi, dios de la luna, y de su nariz Susanoo, el dios de las tormentas y las batallas.
Al dividir el poder del mundo entre estos tres hijos, Amaterasu, cuyo nombre significa “diosa radiante que ilumina los cielos”, fue asignada el cielo y el sol, Tsukuyomi la noche y la luna y a Susanoo se le entregó el océano. Solo que Susanoo no estaba contento con esta elección, manifestándose en la destrucción de los cultivos de arroz que Amaterasu había enseñado a cultivar a los humanos y matando al caballo de los cielos para aventar después su cabeza sobre las doncellas de Amaterasu, quienes tejían el mundo, matando a muchas de ellas.
Estas acciones y otras más horrorizaron a la diosa solar, haciéndola recluirse en una caverna. Los dioses y los hombres acudieron con ofrendas, promesas y regalos, pues mientras Amaterasu estuviera ahí el mundo permanecería en total oscuridad, pero nada funcionaba. Finalmente, planearon un engaño donde una diosa comenzó a bailar cerca de la entrada de la caverna y los dioses a reírse a grandes carcajadas, mientras le decían a Amaterasu cuando preguntaba de qué se reían que habían encontrado a una diosa más bella y más deslumbrante que ella, quien además jamás se había visto en su vida.
Curiosa, salió a descubrir quién era esta diosa y le mostraron un espejo. Embelesada con su propia belleza la atrajeron a la salida de la caverna y en cuanto estuvo completamente fuera colgaron un hilo de arroz que le impidiera entrar nuevamente y así mantener al sol iluminando a la humanidad.
El sintoísmo es de las pocas mitologías donde encontramos al sol con género femenino y a la luna con género masculino, Tsukuyomi.
Tiempo después, en el año 660 a.C., Jimmu se vuelve el primer emperador de Japón y se considera que proviene de la misma Amaterasu, supuestamente 6 generaciones después. Así, todos los emperadores tenían un origen divino que los comprometía a conservar la prosperidad de Japón y velar por su protección.
El templo más importante de Amaterasu es el Gran Templo de Ise, en Japón, el cual se derrumba y se vuelve a construir cada 20 años.
Simbología
Amaterasu es la diosa del sol, la fertilidad, la agricultura y la paz. También se le encuentra simbolizando la belleza, la compasión, la energía, la alegría, la vida, el amor y la calidez.
Se le representa como una mujer preciosa con un vestido largo, a veces irradiando la luz de la que se habla en forma de rayos alrededor de ella y en ocasiones solo como un tocado luminoso sobre su cabeza.